¿Te gusta conducir? ¡Entonces deberías conocer lo que es un road trip! Puede incluso que ya hayas hecho más de uno pero todavía no lo sepas, y es que este fenómeno que se está poniendo cada vez más de moda como forma de viajar, en realidad, se lleva practicando desde hace muchos años.
¿Por qué renunciar a los alrededores de una gran ciudad o a detenerse y entretenerse en todos aquellos puntos de interés que salpican la ruta que separa dos destinos? ¡No te conformes con los clásicos! Hoy te presentamos la mejor ruta en coche para recorrer la provincia de Alicante de norte a sur sin perderte ninguno de los rincones más auténticos de la Costa Blanca. ¿Ya tienes plan para tus vacaciones? Prepárate para vivir una semana inolvidable.
Disfruta de esta excursión en coche por Alicante alternando el mar y la montaña durante 7 días a lo largo de la N-332. Un espectacular trazado junto al mar en el que disfrutarás tanto de las paradas como de la ruta por la costa de levante. ¡Arrancamos!

Día 1: Denia, la puerta de entrada a la Costa Blanca
Comenzamos nuestra ruta en Denia, una ciudad costera situada en el extremo norte de la provincia de Alicante que presume orgullosa de historia y una gastronomía excepcional protagonizada por productos autóctonos que han conseguido fama mundial.
Tras visitar su castillo de origen árabe, recorrer el casco antiguo y hacer acopio de exquisiteces en su mercado central, no pierdas la oportunidad de acercarte al puerto al atardecer para asistir a la subasta del pescado. Una vez allí, tú eliges, puedes ser testigo de la batalla por conseguir las preciadas y recién capturadas gambas rojas o sentirte como uno más y comprar lo faenado ese mismo día directamente a los pescadores. ¡Toda una experiencia gastronómica!

Día 2: Jávea y Benisa, ruta entre acantilados
Con las pilas recargadas, tomaremos la N-332 en dirección sur bordeando el litoral para conocer algunas de las playas y calas más bonitas de toda España. Jávea es un destino muy de moda en los últimos años con multitud de lugares con estilo donde tomar algo mirando al mar escuchando buena música en cualquier momento del día.
Entre pinares, acantilados y urbanizaciones de lujo, no te pierdas las calas Ambolo, Portixol y Granadella. ¡Son un verdadero paraíso! Aunque eso sí, en temporada alta tendrás que madrugar para encontrar un buen sitio donde plantar tu sombrilla.
Tras tomar una riquísima paella, no puedes saltarte la parada de rigor en Gata de Gorgos. Este pequeño pueblo rodeado de naranjos es verdaderamente famoso por sus creaciones de mimbre, enea y esparto combinando los diseños y técnicas tradicionales con las últimas corrientes de interiorismo. Firmas de toda Europa y amantes del diseño acuden aquí a comprar lámparas, alfombras o cestos a sus artesanos en el pintoresco casco antiguo de la localidad. ¡El perfecto souvenir de la Costa Blanca!
Para terminar el día toca volver a la orilla del mar, Benisa nos brinda bellos atardeceres desde su Paseo Ecológico. Un sendero peatonal que escala y bordea los acantilados del municipio uniendo sus calas y playas a la sombra de los pinos. ¡El broche perfecto a un día en el Mediterráneo!

Día 3: Recorrido por Calpe y las callejuelas de Altea
Sin despegarnos del mar y con la N-332 como compañera de viaje, Calpe es la siguiente parada de nuestra ruta. El Peñón de Ifach es una enorme mole rocosa de 332 ¿coincidencia? metros de altura y caída libre sobre el mar. Atrévete a ascender su sendero y coronar lo más alto del peñasco. No es un recorrido difícil, pero sólo apto para valientes.
Para comer, el mejor pescado fresco en cualquiera de los restaurantes que se encuentran en el puerto al pie del Peñón, una siesta junto al mar y ponemos rumbo a Altea, a tan sólo unos kilómetros al sur. Este elegante y tradicional pueblo blanco se levanta sobre un suave cerro junto al mar y está coronado por una cúpula cerámica de color azul marino que se eleva visible desde cualquier punto del municipio. Es inconfundible. Entre el alboroto de la música callejera, los artistas que siempre han encontrado aquí su hogar y los puestos de artesanía que copan cada esquina, pasear por sus callejuelas al atardecer es un auténtico placer que, sin duda, ha de ser acompañado por una horchata o un helado en el paseo marítimo contemplando el mar. Siempre el mar.

Día 4: Benidorm y una escapada a la sierra de Guadalest
Sólo separado de Altea por la Sierra Helada, Benidorm es el lugar perfecto para establecer nuestro centro de operaciones durante este road trip. En Servigroup ponemos a tu disposición una selección de nueve hoteles para que elijas tu favorito y disfrutes del inconfundible y vibrante ambiente de la capital turística de la Costa Blanca. Sus playas, su isla y, en definitiva, su carácter hacen que quieras volver a Benidorm una y mil veces.
Además, si te alojas en Benidorm, merece la pena desviarse por un momento de la N-332 y adentrarse unos minutos en la montaña, no hace falta más. Parece mentira que cambie tanto el paisaje en tan poco tiempo. Polop de la Marina es heredero de un importante legado histórico que se hace sentir en cada esquina de su centro histórico. La panorámica del municipio con la sierra como telón de fondo es la antesala de la montaña alicantina. Y tras él, Guadalest, con su inconfundible pantano de aguas turquesas, y Callosa d’En Sarrià con el río Algar y sus fuentes y cascadas cristalinas. ¡Naturaleza en estado puro! Una comarca maravillosa salpicada de campos de nísperos y aguacates que ofrece una de las caras más ocultas de la Costa Blanca.

Día 5: Villajoyosa y la ciudad de Alicante
Volvamos a la línea de la costa para hacer una merecida parada en Villajoyosa. Es el momento de darnos un capricho y qué mejor para ello que La Perla del Mediterráneo. El rincón más exclusivo de la Costa Blanca es, sin duda, el emblemático Hotel Montíboli, situado al borde de un acantilado y con acceso directo a dos calas paradisíacas. Después de disfrutar de sus vistas, su gastronomía y de un reconfortante baño en sus piscinas que miran al mar, no dudes en dedicar un atardecer al casco antiguo de “La Vila” y sus inconfundibles casitas de colores. Te embriagará al instante el aroma del chocolate que se elabora artesanalmente en Villajoyosa y querrás llevarte contigo alguna muestra.
Nuestro trayecto continúa hasta Alicante, la capital de la provincia, presidida por el arrebatador perfil del castillo de Santa Bárbara en lo alto del monte Benacantil. No te pierdas su barrio de Santa Cruz, en la ladera del castillo, ni lugares tan interesantes como la Basílica de Santa María, una verdadera joya a caballo entre el gótico y el barroco, el mercado central o la Explanada de España y su instagrameable pavimiento. ¡Consejo para expertos! En la calle Viriato se disfruta de la mejor vista de la Cara del Moro, apúntala en tu lista y descubre a través de esta leyenda tan autóctona el origen del nombre de la ciudad de Alicante. ¡Te sorprenderá!
Por cierto, no te vayas sin comprar algo de turrón en cualquiera de las tiendas de esta animada capital antes de iniciar la recta final de nuestra ruta.

Día 6: Las Marinas y sus playas infinitas
Nos acercamos hacia el final del viaje, pero ahora es el turno de un paisaje marinero completamente diferente al que disfrutábamos los primeros días de este road trip alicantino. El litoral del sur de la provincia de Alicante se compone de una sucesión de infinitas playas de arena blanca protegidas por inmensos cordones dunares y multitud de pinos. No te pierdas la playa de Las Marinas a la que se accede a través de pasarelas de madera elevadas sobre las dunas cruzando la pinada.
Y entre playa y playa, en esta zona, se lleva a cabo un oficio centenario: la producción de sal. El Mediterráneo inunda salinas y lagos como el de la Laguna Rosa, donde el agua es de un color que justifica con creces ese apelativo, y el sol hace el resto hasta lograr miles de toneladas de sal cada año. Todo ello da lugar a un ecosistema único y desconocido que podrás disfrutar en compañía de múltiples especies de aves migratorias, con los flamencos como grandes protagonistas.
Y a pocos minutos, en primera línea del mar de la costa de Orihuela, te ofrecemos el Hotel La Zenia para recuperar las fuerzas después de tantas emociones. Es un lugar ideal para un respiro donde pasar las horas de la piscina al mar y viceversa sin salir de sus jardines. ¡No querrás irte nunca!

Día 7: Orihuela, una despedida con arte e historia
¡Qué rápido pasa el tiempo! Llegamos al final de nuestro road trip y no existe mejor plan para ello que un buen atracón de cultura. Después de disfrutar del cálido mar Mediterráneo, unos kilómetros hacia el interior, Orihuela cuenta con un centro histórico único debido a su pasado como capital histórica de la región albergando incluso con su propia catedral. Cuna del más afamado poeta alicantino de todos los tiempos, Miguel Hernández, es una opción perfecta para conocer las raíces de una tierra rica en historia y tradición, además de para degustar los mejores productos de la huerta alicantina.
Como habrás visto, la Costa Blanca tiene mil y una caras que esperan tu viaje.

Y hasta aquí llegó nuestro road trip por la provincia de Alicante. 7 días en los que descubrir los infinitos y variados rincones de una tierra acogedora donde la naturaleza y la cultura se dan la mano para que vivas unas inolvidables vacaciones junto al mar. ¡No te lo pierdas!