Hoy queremos que descubras la belleza de nuestra tierra y por eso te proponemos una selección de los cinco pueblos más bonitos de la provincia de Alicante que son la excursión perfecta desde Benidorm.
Pequeños lugares y sitios con encanto cerca de la playa o en la profundidad de la montaña donde captar todo el sabor de “La Terreta” en postales inolvidables.

Los pueblos más bonitos de Alicante
Todos los pueblos turísticos que aparecen en este artículo son ideales para visitar desde Benidorm, el cual es el destino perfecto para tus vacaciones en cualquier momento del año. Sus playas, sus fantásticas temperaturas, sus días soleados y su ambiente inconfundible son de sobra conocidos por todos, pero la “Ciudad de los Rascacielos” todavía se reserva un fantástico secreto: sus alrededores.

La fantástica ubicación del municipio en el corazón de la Marina Baja te ofrece la posibilidad de sumergirte en una infinita variedad de paisajes que describen la esencia plural de nuestra tierra. Naturaleza, cultura, tradición y gastronomía que forman parte del patrimonio de los alicantinos y que no dejarán indiferente a todo aquel que se atreva a descubrirlo. ¡Comienza la aventura!
Polop de la Marina

A pocos minutos de Benidorm, se alza sobre un cerro la pequeña localidad de Polop de la Marina. Uno de los pueblos más bonitos del interior de Alicante, puerta de entrada a la montaña alicantina, en Polop la vida discurre tranquila y rural, lo que lo convierte en el lugar escogido por muchos benidormenses para establecerse y escapar del bullicio de la gran ciudad.
Tras inmortalizar la panorámica del centro histórico a la entrada del municipio, no dejes de recorrer sus callejuelas en busca del antiguo castillo de origen árabe todavía conservado. La arquitectura urbana te cautivará por su sencillez y clasicismo mientras te diriges a la famosa Plaza de Los Chorros y admiras las clásicas fachadas mediterráneas decoradas con balcones cuajados de geranios.
La popularidad de “Els Xorros” de Polop se debe a la excelente calidad de sus aguas provenientes de los manantiales cercanos. Todo un reclamo para lugareños y visitantes que acuden a la fuente de la plaza para recoger el agua que emana de sus 221 caños decorados con artísticos azulejos de los escudos propios de los principales municipios de la provincia. Te sorprenderá la melodía que provocan los pequeños caudales al chocar contra la piedra, ¡no te lo pierdas!
Villajoyosa

Villajoyosa es alegría, es color y, por supuesto, belleza. “La Vila Joiosa” es un pueblo abierto al mar cuyo casco antiguo lo forman cientos de casas de colores antaño habitadas por pescadores al abrigo de la antigua muralla medieval.
Hoy en día el puerto sigue jugando un papel esencial en la vida diaria de Villajoyosa. Su lonja es una de las más importantes del Mediterráneo y a ella llegan cada tarde las capturas de los pescadores que siguen utilizando técnicas tradicionales como el trasmallo para asegurar la máxima calidad de los pescados y mariscos que hacen tan famosa la gastronomía vilera.
Dejando atrás su paseo marítimo y adentrándose en lo intrincado de sus callejuelas, la Iglesia de la Anunciación es otra de las visitas imprescindibles en Villajoyosa, un templo a caballo entre el gótico y el renacimiento cuya majestuosidad es testigo mudo de la importancia histórica que tuvo en siglos pasados esta localidad. Por todo ello, Villajoyosa es considerado uno de los pueblos costeros más bonitos de Alicante.
Denia

Denia puede presumir de un riquísimo legado histórico. En sus territorios se han sucedido durante siglos íberos, romanos, musulmanes y cristianos contribuyendo con sus artes y costumbres a crear la ciudad cosmopolita que es hoy en día.
El castillo de Denia otorga un perfil inconfundible al centro histórico elevándose sobre la ciudad con sus centenarias murallas y su frondosa vegetación. Además de visitar el Museo Arqueológico que acoge en su interior, disfrutar de sus vistas a la bahía es una de esas cosas que no puedes dejar de hacer si visitas Denia.
Como tampoco puedes perderte sus delicias gastronómicas. El pulpo secado artesanalmente al sol y la gamba roja que cada tarde llega a la lonja de Denia son dos exquisiteces con denominación de origen que podrás encontrar en el Mercado Central, muy cerca de la barroca Iglesia de la Ntra. Sra. de la Asunción.
Pasear por su paseo marítimo de aires señoriales es todo un placer, pero hay que reconocer que la verdadera joya de este municipio capital de la Marina Alta es su patrimonio natural. Sumérgete en las maravillosas playas de dunas como la de Les Marines y sube hasta la cima del monte Montgó para disfrutar de la panorámica del municipio.
Altea

Altea es una ciudad de artistas, y tanto es así que acoge en su casco histórico la sede de la Facultad de Bellas Artes de la provincia de Alicante. Durante décadas, sus calles han sido el destino elegido por pintores, gente de ciencias, escritores o cantantes para pasar largas temporadas en las que desconectar y reencontrarse con la inspiración.
Sus calles escalan la pequeña colina sobre la que se asienta el municipio mientras sus casas blancas e inmaculadas compiten por no perder de vista el mar. En lugar de plazas, Altea disfruta de un sinfín de miradores en los que dejar correr el tiempo perdiendo la vista en el horizonte mientras se escucha de fondo el rumor de los músicos callejeros.
La inconfundible cúpula azul de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo corona el municipio en el punto más alto del centro histórico, un lugar perfecto para pasear, tomar un helado o adquirir alguna muestra de la artesanía local en cualquiera de las coquetas tiendas que rodean el entorno de la iglesia.
Un plan perfecto que alcanza su máximo esplendor al atardecer cuando los últimos rayos del día se cuelan entre las esquinas reflejándose en los muros blancos de Altea. Es única.
Guadalest

La primera posición de este distinguido listado no podría ser ocupada por otro destino que no fuese Guadalest. Bien merece mención aparte esta joya de la montaña alicantina considerada como uno de los pueblos más bonitos de España y que es, sin duda, una de las escapadas favoritas de todos aquellos que visitan Benidorm.
Guadalest desafía la gravedad con su iglesia y su castillo construidos sobre el peñasco a la vez que fascina a todo aquel que recorre sus callejuelas excavadas en la roca cuando alcanza la plaza mayor y se encuentra con un pantano y una sierra que parecen sacados directamente de un escenario de cine. Después de disfrutar de las vistas no te pierdas los múltiples museos del municipio donde el ingenio y la curiosidad son los protagonistas más inesperados.
Como broche, si te has cansado del agua salada del mar, después de tu visita no pierdas la oportunidad de disfrutar de las playas fluviales del pantano. ¡Se permite el baño!

Ahora que conoces todos los secretos de la zona, elige el pueblo que más te seduzca, combínalos u organiza tu ruta para conocerlos todos. La provincia de Alicante esconde multitud de bonitos pueblos llenos de encanto para que disfrutes de un plan diferente durante tus vacaciones que harán llenar de recuerdos maravillosos tus fotos.
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