La mires por donde la mires, Altea derrocha belleza mediterránea. A tan solo 10 minutos de Benidorm, esta tranquila ciudad marinera se ha convertido en los últimos años en una parada imprescindible de cualquier viajero que escoja la Costa Blanca como destino para sus próximas vacaciones. ¿Las razones? Un precioso centro histórico de calles encaladas, un ambiente que invita a pasear de terraza en terraza, la mejor artesanía local y una bahía que es todo un regalo de la naturaleza.
Hoy dejamos por una tarde el ajetreo de Benidorm para disfrutar de la calma de uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Alicante donde nos espera un sinfín de planes que hacer e innumerables rincones que ver.

¿Qué ver en Altea?
En Altea, el azul del Mediterráneo contrasta primorosamente con el blanco de sus edificios. Un sinfín de pequeñas casitas, murallas y miradores que poco a poco van escalando la colina hasta encontrarse con las cúpulas de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, componiendo uno de los centros históricos más pintorescos de todo el litoral español. A continuación, te mostramos los 4 rincones imprescindibles que ningún itinerario por Altea deberían obviar:
-La Plaza de la Iglesia
Sin duda, la Plaça de l’Església de Altea es el centro neurálgico del pueblo. En ella siempre hay vida y cualquier paseo por el centro histórico debe acabar irremediablemente a las puertas de la coqueta iglesia con tal de admirar las dos preciosas cúpulas de azulejos azules y blancos que se han convertido en el símbolo inconfundible de Altea.
En la plaza conviven terrazas y restaurantes con un mercadillo de artesanía del que llevarse algún recuerdo de tu visita. Y también es el lugar donde el 24 de junio, para celebrar el solsticio de verano, se planta “L’arbret”, un colosal chopo de más de 25 metros de altura como símbolo de la fertilidad de las tierras que rodean el municipio.
-Miradores de la bahía de Altea
Sin salir de la Plaza de la Iglesia, encontraremos el primero de los grandes miradores, conocido como Mirador de los Cronistas, que son imprescindibles a la hora de disfrutar de la belleza de este lugar. Altea no sería nada sin el mar, y es que este pueblo se alza dominando la bahía hasta el punto de llegar a darle su nombre.
Tras recorrer cualquiera de las tres preciosas calles que llevan a la iglesia, San Miguel, Mayor y Santa Bárbara, podrás dirigirte al Mirador Blanco, y disfrutar de sus vistas hacia el sur con Sierra Helada en el horizonte, o al Mirador del Portal Vell, encarado al norte con el Peñón de Ifach como testigo.
Callejear, perderse, descansar un rato bajo las palmeras mirando al mar mientras el sol se pone… es todo un placer recorrer Altea. ¡No te pierdas tampoco las calles Bonavista y Costera Mestre de la Música! Esta última transcurre junto a un antiguo aljibe de la época árabe de lo más interesante.
-El Portal Vell
Como todo pueblo medieval, Altea tuvo murallas en el pasado que, poco a poco, con el paso de los años se han ido abriendo al mar. ¡Pero todavía se conservan algunos vestigios! Aunque existen más accesos al casco antiguo, no hay ninguno tan auténtico como el Portall Vell, también conocido como Puerta de Valencia, que desde tiempos inmemoriales ha actuado como puerta de entrada oficial de la ciudad. Basta cruzar su arco para pasar del asfalto al empedrado en un instante.
-Paseo Marítimo
A los pies del casco antiguo se extienden las playas de Altea, su otro gran atractivo. Pero antes de sumergirnos en el mar, merece la pena recorrer su paseo marítimo y disfrutar de las vistas al mar, pero también de la estampa que conforma el pueblo de Altea enfrentado a la orilla. ¡No te lo pierdas!

¿Qué hacer en Altea?
¡No todo va a ser pasear y disfrutar de las vistas! En tu excursión a Altea podrás vivir el turismo activo y practicar experiencias deportivas en sus playas como la vela, el snorkel o el submarinismo. E incluso disfrutar de alguno de los muchos conciertos que se organizan allí las noches de verano.
Pero si hay una cita que reúne a todos los alicantinos en Altea por una noche es el Castell de l’Olla, un espectáculo pirotécnico acuático sin igual reconocido con números y prestigiosos premios turísticos que tiene lugar el sábado anterior del 15 de agosto frente al municipio, dentro del agua, en el entorno de la pequeña isla de la Olla.
¡Por no hablar de su gastronomía! En sus restaurantes se puede apreciar la esencia de la auténtica comida mediterránea en un entorno único. ¡Merece la pena probar sus arroces!

Las mejores playas de Altea
Altea puede presumir de una selección de playas de lo más variada que va desde largas playas urbanas equipadas con todos los servicios hasta pequeñas calas naturales de difícil acceso. Estas son algunas de ellas:
Al sur del municipio, podrás encontrar la Playa Cap Blanc, en la zona denominada como El Albir, y la Playa de la Roda, junto al centro histórico, ambas son de piedras, se extienden varios kilómetros y cuentan con todo tipo de servicios.
Al norte de Altea, se encuentra la famosa Playa de L’Olla, también de piedras, muy larga y con muchos servicios y chiringuitos. Y un poco más allá, fuera del centro urbano, podrás encontrar las preciosas calas salvajes de Barra Grande y Racó del Corb. ¿Cuál es tu favorita?

¿Cómo llegar a Altea?
Altea se encuentra pegada al Mediterráneo y cuenta con un acceso de lo más sencillo por carretera a través de la N-332 y la AP-7. Pero, lo mejor es que se encuentra a solo 10 minutos en coche de Benidorm, desde donde puedes optar por cualquiera de las dos carreteras para llegar a Altea.
Pero si prefieres ir en transporte público, también lo podrás hacer de forma cómoda desde el centro de Benidorm escogiendo el autobús de línea o el tranvía. La línea 9 del Tram une Benidorm con Altea cada media hora, tarda 15 minutos y el billete tiene un coste de 1,45€, existiendo numerosas reducciones para diferentes colectivos. Si prefieres ir en autobús, lo podrás hacer desde casi las puertas de tu hotel en Benidorm, en la Avenida del Mediterráneo, cogiendo la línea 10 que tarda unos 20 minutos y cuesta 1,60€.

¿Dónde aparcar en Altea?
Esta es la pregunta clave a la hora de visitar Altea, pero no te preocupes, alrededor del centro histórico existen varios aparcamientos gratuitos para que puedas aparcar sin problema.
En la parte baja de Altea, junto a la estación del TRAM, está el primer aparcamiento, ideal para pasear por junto al mar para después ascender al centro histórico. Pero si prefieres aparcar directamente en la parte alta del municipio, también puedes hacerlo utilizando los aparcamientos aledaños a la facultad de Bellas Artes y el Palau de Altea. ¡La opción más cómoda de todas!

Ahora ya sabes todos los detalles sobre qué hacer y qué ver en Altea, por lo que no tienes ninguna excusa para no aprovechar al máximo tu próxima visita. Cuando vuelvas a Benidorm, no pierdas la oportunidad de disfrutar del ambiente y la belleza de esta blanca y tranquila ciudad considerada por muchos el pueblo más bonito de la provincia de Alicante. ¡Te encantará!