Si en algún momento te has planteado visitar Peñíscola para pasar tus vacaciones, o bien para descansar y desconectar durante un fin de semana, seguro que conoces la existencia del Castillo Papa Luna de Peñíscola, esa gran fortificación que salvaguarda el Mar Mediterráneo desde la ciudad castellonense más histórica de la costa.

Hablamos de una impactante fortaleza que se construyó entre el año 1294 y 1307 y fue llevada a cabo por los legendarios caballeros templarios del siglo XIII sobre un antiguo asentamiento árabe. Un enorme y robusto castillo de auténtico estilo gotico-romántico, que se alzó justo sobre la cima del característico tómbolo rocoso, llamativo peñón que está unido a tierra por un pequeño istmo de arena.
En la actualidad, las visitas guiadas al Castillo de Peñíscola son habituales por el interés constante del público. Un punto turístico de gran atracción turística y cultural, que ha sido intensificada por esa gran colección de secuencias cinematográficas de las que Peñíscola y el castillo han sido testigos directos, y que se han ido acumulando desde hace más de 100 años.

Cómo llegar y subir al Castillo de Peñíscola
Para preparar tu visita, la mejor manera de ir es alojándote en algunos de los hoteles de Peñíscola cerca del Castillo, por ello te recomendamos el Hotel Servigroup Papa Luna, desde el cual podrás llegar al Castillo andando, ya que se sitúa a pocos minutos. Además, disfrutarás de las mejores vistas al Castillo de Peñíscola desde las habitaciones gracias a su privilegiada localización en primera línea de playa.

El modo más directo para subir a la fortaleza es subir la Rampa de Felipe II, que encontrarás en la misma entrada al casco histórico de Peñíscola. Una vez vayas subiendo la rampa, encontrarás una pequeña escalinata adornada con unas bonitas palmeras a sus lados, que te dará acceso a la Batería del Calvari y al mismo Parque de Artillería. Allí podrás conseguir tus entradas al castillo de Peñíscola y al tradicional espectáculo de aves.
El Parque de Artillería de Peñíscola es popular por albergar los grandes jardines del Castillo de Peñíscola. Sólo caminando unos metros más encontrarás la entrada.
Si antes de adentrarte en este palacio histórico prefieres dar un paseo por las pintorescas y elegantes calles estrechas, cuando llegues al casco antiguo puedes atravesar un arco que te adentrará en el mismo por la conocida Plaza Caseres y el Paseo de Ronda. Subiendo por sus calles llegarás en pocos minutos. Eso sí, a lo largo del breve paseo te sorprenderás por sus atractivas tiendas, y también por sus bares y restaurantes.
Horarios y precio de las entradas del Castillo de Peñíscola
Si vas con niños y son menores de 9 años, no pagarán entrada, aunque como adulto, si no cumples los requisitos para obtener una entrada reducida, tendrás que pagar 5 €.
Por el contrario, los visitantes que sean mayores de 60 años, jóvenes entre 9 y 16, desempleados, estudiantes y profesores, tienen la posibilidad de obtener la citada entrada reducida al Castillo de Peñíscola por el precio de 3,50 €.
El horario de visitas al Castillo de Peñíscola en invierno, entre el 16 de octubre y el Domingo de Ramos es de 10.30 a 17.30 h. En cambio, desde el mismo Domingo de Ramos hasta el 15 de octubre, el horario es de 9.30 a 21.30 h.
Qué ver en el Castillo de Peñíscola

Ya estás a las puertas de la gran fortificación peñiscolana, y es el momento de que seas testigo de esa enorme belleza arquitectónica, y de toda esa intrigante y emocionante historia que se respira entre sus muros. De este modo “viajarás” a sus diferentes etapas, partiendo de sus más remotos inicios templarios.
En cuanto entres, encontrarás un impactante zaguán que te dará la bienvenida, y que te dará acceso a las caballerizas y al cuerpo de guardia en la primera planta. Todo ello te sorprenderá por ese fiel reflejo que encontrarás del día a día de los caballeros templarios en España, que eran quienes habitaban el edificio en sus inicios. Allí mismo verás que hay también un pequeño salón en el que seguramente haya alguna exposición (suelen ofrecerse de muchos tipos).
El Salón de las Caballerizas te maravillará con su forma abovedada de cañón, característica por estar algo apuntada. Encontrarás una puerta tras la que verás una pequeña, aunque empinada escalinata, que te conducirá hasta el mismo Salón del Cónclave, elegido por el mismo Papa Benedicto XIII. Es allí donde se celebró el famoso cónclave para la elección del nuevo Papa tras su muerte en 1423.
En el mismo Salón del Cónclave podrás observar otra puerta que te adentrará en las tenebrosas mazmorras, donde es tradicional echar una moneda y pedir un deseo.
Allí verás fácilmente otras escaleras que te llevarán a la, con acceso directo al espectacular Patio de Armas, y desde el que sin duda disfrutarás con sus magníficas vistas. A su vez, desde allí podrás acceder a las principales dependencias, como el espectacular Salón Gótico, la Casa de Agua, la Cocina Mayor, la Torre del Papa Luna, la Iglesia y la Capilla. Si sigues subiendo, también llegarás a las terrazas superiores, donde las vistas al mar, a la ciudad de Peñíscola y a la Sierra de Irta son dignas de recordar.
Destacamos el Salón Gótico, que se utilizaba para recepciones, audiencias y actos solemnes, tanto por los caballeros templarios, como por los montesianos y por la curia papal. En él te llamarán la atención sus tres altos ventanales y sus dos ventanas góticas por las que pasa la luz del patio; la Casa del Agua es interesante por haberse usado como ese famoso laboratorio en el que se creaban todos aquellos remedios caseros, muy propios de la época curial, aunque antes fue utilizado como horno en el que se solía cocer el pan; la Cocina Mayor no conserva grandes detalles, aunque sí han llegado a nosotros algunos inventarios en los que se constataban los más típicos utensilios y el mobiliario más propio de las cocinas de las diferentes épocas.
¿Quiénes fueron los templarios?

Los templarios constituyeron una de las órdenes militares más poderosas de la Edad Media. Fue fundada en el año 1118 (o 1119, no se sabe con exacitud) por nueve caballeros franceses, todos ellos liderados por el gran maestro Hugo de Payns.
Desde sus inicios, la función de los caballeros templarios consistió en proteger a los cristianos que solían ir a peregrinar a Jerusalén después de su conquista. Su nombre oficial fue La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón, aunque se les conocía más comúnmente como los miembros de La Orden del Temple, o bien como La Orden de los Templarios, ya que era así como se llamaba a sus caballeros.
La orden fue finalmente reconocida por la Iglesia Católica en 1129, durante el llamado Concilio de Troyes.
El Castillo del Papa Luna, cuenta con todos los símbolos templarios más característicos, y por ello esta edificación peñiscolana es reconocida como una de las más representativas de la orden. De hecho, los castillos templarios son muy fáciles de reconocer, al ser caracterizados todos ellos por su gran robustez y austeridad.
Se trata de la última fortaleza templaria, antes de desaparecer la orden definitivamente a principios del siglo XIV, y convertirse a partir de entonces en una gran leyenda.
Es en 1319 cuando la Orden de Montesa se hace con el castillo, ampliándolo y modificándolo considerablemente.
Historia del Papa Luna y el Castillo de Peñíscola

Don Pedro Martínez de Luna, conocido por todos como el gran Papa Luna, nació en el Castillo Illueca de Zaragoza en 1328.
En un momento en el que el panorama cristiano estaba centrado en dos sedes episcopales (uno en Roma y otro en Avignon), Pedro Martínez de Luna es proclamado Papa en 1394 con el nombre de Benedicto XIII, tras haber sido cardenal y mano derecha del Papa Urbano VI.
Durante sus primeros años al frente de la sede de Avignon, la Orden Montesa le cedió el Castillo de Peñíscola, que él mismo constituyó como sede pontificia, y en el que se refugió negándose a dejar el papado después de haber sido excomulgado por Martino V, y comenzar un largo litigio acerca de su legitimidad como Papa. Es así como el Papa Luna se atrincheró en el gran palacio de Peñíscola entre 1411 y 1423, tras ser acusado de hereje y traidor por la misma Iglesia, y muriendo sólo y pobre en 1423.
Se cuenta además que tuvo que vender parte de sus más preciados objetos personales para poder vivir.
Tras su fallecimiento, cede el Castillo de Peñíscola a la Santa Sede de Roma, volviendo en 1441 a manos de la Orden Montesa y poco después a la Corona de Aragón.
El Palacio de Peñíscola en el Cine

Peñíscola ha sido un enorme escenario cinematográfico para diferentes producciones a lo largo de más de un siglo. Fue en 1913 cuando tuvo lugar el rodaje de Ana Cadova. Un punto de partida que convirtió a la localidad castellonense de la Costa de Azahar en uno de los principales entornos a la hora de elegir localizaciones cinematográficas y televisivas.
Ya en 1961, se escogió el castillo de Peñíscola como el gran escenario en el que Charlton Heston y Sofia Loren nos ofrecerían algunas de las escenas más históricas y memorables del cine de todos los tiempos. Hablamos sin duda, del rodaje de El Cid en Peñíscola.
Del mismo modo, otras localizaciones del casco antiguo de la ciudad, sirvieron para atrezar, escenificar y dar vida a unos hechos históricos que ocurrieron hace casi ya mil años. El Portal Fosc, la Rampa de Felipe II y la Playa Norte constituyeron aquellos escenarios que más mostraron aquella Peñíscola de principios de los 60.
La fortaleza y Juego de Tronos

La última gran superproducción en Peñíscola, en este caso televisiva, consistió en el rodaje de algunas de las más destacadas secuencias de la popular serie de HBO Juego de Tronos, para su sexta temporada. Fue así como el Castillo de Peñíscola se convirtió en Mereen para Juego de Tronos.
El rodaje se llevó a cabo haciendo uso de una excepcional dirección artística. Un espectacular telón de fondo sobre el que se rodaron algunas de las más destacadas secuencias de ese decisivo bloque de 10 episodios que no dejó indiferente a ningún espectador. Y así llegaron a Peñíscola algunos de los más populares personajes, como Tyrion Lannister y Daenerys Targaryen, que actuaron entre los lugares más significativos del casco histórico. De este modo, el Parque de Artillería, la Rampa de Felipe II, la plaza Caseres, el Portal Fosc y el Paseo de Ronda volvieron a brillar con luz propia la pasada primavera 2016, al ser mostradas a los más fieles seguidores de la serie en los cinco continentes.
Si te animas a visitar nuestro Hotel Servigroup Papa Luna, recuerda que el Castillo de Peñíscola te espera para mostrarte su gran belleza y su más intrigante y variada historia.